Ese día 28 de mayo del 2007, día en que se suspendió mi Conferencia en la Universidad Simón Bolívar, pasará a la historia de Venezuela. No por supuesto porque mi Conferencia fue suspendida. Ese día, según Manuel Caballero, irrumpió en las calles la segunda generación estudiantil del 28. La primera, es la generación del año 1928, cuando un grupo de jóvenes universitarios salió a las calles a protestar en contra de la tiranía de Gómez. La segunda en cambio, es la generación del día 28, cuando todas las universidades del país comenzaron a movilizarse a favor de la libertad de opinión, como consecuencia del arbitrario cierre de RCTV, el canal de TV más popular de Venezuela. En cualquier caso, ha revivido ese grito de batalla estudiantil, para mis oídos, muy extraño: SACALAPATALAJÁ Según el Presidente Chávez, su decisión fue motivada porque RCTV es un canal golpista. Suponiendo que lo hubiera sido, habían otros canales más golpistas y, sin embargo, arreglaron sus negocios con el gobierno a cambio de no sé qué cosas muy poco claras. Además, durante muchos años, el gobierno venezolano jamás levantó una acusación judicial en contra de RCTV. Y, sin mediar juicio, lo cerró. Decisión personal. Basta.
Hay que reconocer que el Presidente Chávez es un hombre que dice lo que hace. Es su principal virtud. Y el cierre del canal de TV lo había anunciado bastante tiempo atrás. Más todavía, lo había anunciado, para que nadie tuviera dudas, que esa intención era parte de un conjunto de medidas destinadas a "profundizar" la revolución. El problema, y eso es lo que no quieren ver políticos de otros países como Lula, es que el cierre del canal es sólo un eslabón en el proceso de destrucción de las instituciones democráticas de la nación.
Se trata, efectivamente, de conquistar, a juicio de Chávez y los chavistas, la hegemonía en el poder mediático. Las otras medidas son, el Partido Único de Estado Chavista, la reeelección indefinida, la creación de Consejos Comunales en todos los ámbitos (verticalización corporativista de la vida social), ideologización castrista del ejército, creación de milicias y policías "populares" (la reserva) y todo ello en el marco de una revolución de tipo "continental", encabezada por Venezuela y Cuba a través del ALBA. Claro, clarito. Ese no es un programa de gobierno, es una estrategia de toma del poder. Lo he dicho siempre, y lo digo porque tomo en serio lo que el Presidente Chávez dice, lo que, debo confesar, no siempre hace la gente de la oposición.
Lo cierto, es que parece que esta vez Chávez no calculó en su agenda de "toma de poder", la masiva protesta popular que desataría en su contra. Mucho menos calculó el levantamiento unido de las universidades de la nación.
Hay que reconocer que el Presidente Chávez es un hombre que dice lo que hace. Es su principal virtud. Y el cierre del canal de TV lo había anunciado bastante tiempo atrás. Más todavía, lo había anunciado, para que nadie tuviera dudas, que esa intención era parte de un conjunto de medidas destinadas a "profundizar" la revolución. El problema, y eso es lo que no quieren ver políticos de otros países como Lula, es que el cierre del canal es sólo un eslabón en el proceso de destrucción de las instituciones democráticas de la nación.
Se trata, efectivamente, de conquistar, a juicio de Chávez y los chavistas, la hegemonía en el poder mediático. Las otras medidas son, el Partido Único de Estado Chavista, la reeelección indefinida, la creación de Consejos Comunales en todos los ámbitos (verticalización corporativista de la vida social), ideologización castrista del ejército, creación de milicias y policías "populares" (la reserva) y todo ello en el marco de una revolución de tipo "continental", encabezada por Venezuela y Cuba a través del ALBA. Claro, clarito. Ese no es un programa de gobierno, es una estrategia de toma del poder. Lo he dicho siempre, y lo digo porque tomo en serio lo que el Presidente Chávez dice, lo que, debo confesar, no siempre hace la gente de la oposición.
Lo cierto, es que parece que esta vez Chávez no calculó en su agenda de "toma de poder", la masiva protesta popular que desataría en su contra. Mucho menos calculó el levantamiento unido de las universidades de la nación.